Hacía un año que no venía por aquí. Sentía que no tenía nada que contarte, todo iba bien. Era muy feliz.
Un buen amigo decía que cuando eres feliz no necesitas contarlo, simplemente lo disfrutas. Yo creo que no eres tan creativo, que la soledad es la que te ayuda a contar cosas. Por eso he vuelto.
Creo que sólo lo hago por mí. Necesito contártelo, que lo sepas...
Todo era perfecto, hasta que se rompió. Y ahora siento que esta casa, que era para dos, es demasiado grande.
Mejor que yo os lo va a contar un genio.
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