Es una lástima que se termine así, de forma tan brusca, pero tú lo has querido, no yo. No entiendo tu actitud, el perro del hortelano, ¿por qué te molestas ahora? ¿por qué juzgas sin saber? No es lo mismo uno que otro, pero eso tú no lo sabes, simplemente te dedicas a despotricar sin sentido. Me has fallado.
O tal vez no. Tal vez yo no quería verlo, pero en realidad siempre fuiste así y yo estaba ciego.
Si tienes algo que decir me gustaría que lo hiceras a la cara, dímelo, no malmetas, así sólo conseguirás que mi imagen de ti se deteriore, tú sabrás lo que quieres...
