Llueve...

...oración impersonal.

Nos encanta impersonalizar, no echar las culpas a nadie, que nadie sea responsable cuando algo sale mal. Pero nos encanta personalizar cuando todo va bien. Egoismo puro y duro. Cobardía.
Quiero ganar, y para eso, cuando pierdo, busco culpables, y si soy yo, ya se por donde empezar.

¿Calidad o cantidad?

¿Es mejor ser querido por unos pocos o apreciado por muchos?

En la procesión del Cristo...

...engañaremos hasta el viento.
Somos los únicos miembros,
de una sociedad secreta.

¿Cuál es la tecla?

Seguro que hay una, le das y se soluciona todo. Lo difícil es encontrarla.
Mientras tanto habrá que seguir esfonzándose por conseguirlo de forma manual, a veces es duro, pero la recopensa merece la pena con creces.

Sintiendo dos

En algún lugar al oeste de la Rep. Checa,

camino de Cracovia.

Hay cosas que te cambian la vida, días, momentos, sucesos, personas o viajes que hacen que todo lo que te suceda después vaya a ser diferente, o por lo menos que lo vayas a percibir diferente.

Esto último es precisamente lo que me ha sucedido a mi. Estos días fuera, estas vacaciones me han hecho pensar, reflexionar, darme cuenta de lo que ha cambiado mi vida. Ya no pienso en mi, lo hago en nosotros.

Me había costado mucho, no porque no quisiera, sino porque no me había dado cuenta de que algo había cambiado en mi.

Al salir de la rutina y ver que además de pasármelo en grande en el viaje, de aprender, compartir, sentir que me estoy perdiendo algo; de estar con alguien, o de que estuviera conmigo. Tener ganas de compartir experiencias, conocimientos, puntos de vista,...es algo nuevo. Estoy saliendo de mi mundo, de un lugar donde antes sólo cabía uno, ahora hay sitio para dos.

Y me gusta, me gusta mucho. Cuando compartes, la felicidad es doble, y el sufrimiento la mitad.

Por mis mil contradicciones

Es difícil, no es sencillo. Eso es lo que lo hace grandioso, genial, único.
Pero es complicado.

A veces me confundo, o no se ver las cosas, o no quiero verlas, o no puedo, o no estoy acostumbrado a verlas.

De lo único que estoy seguro es de lo que quiero.

Siempre supe que es mejor...

...cuando hay que hablar de dos:
empezar por uno mismo.

Cada uno tiene su parte, incluso en esto que es de los dos, cada uno aporta sus cosas, y lo que se forma es una fusión de las cosas de ambos, con el amor que las une y que hace que se quede ahí, como un todo, para siempre.
Nada de lo que se ha construído con amor se puede olvidar. Se queda en nosotros, en nuestro "haber", y nos acompaña para siempre allá adonde vayamos. Caracas, París, Menorca o Toronto. Esos recuerdos jamás se borran, y nunca volveremos a ver esas ciudades de la misma manera. Porque ya las habremos vivido de otra. Mejor o peor.

Te he echado de menos hoy...

...exactamente igual que ayer.

Confío en que siempre estaré,
contigo aunque no esté.

Cuando la vida sonríe...

...es del color que quieres.

Yo también la vi hoy...

...por última vez.

Me siguió con la mirada,

se tiró del escenario como un alma perdida.

El garabato de un niño...

...es tu cuerpo de mujer.
Rectas curvas, curvas rectas,
imposibles de aprender.

Empapada en llanto...

...ella juró que esperaría.

No me atrevo a asegurarlo, pero creo que nunca os había recomendado una canción de este grupo, y la verdad es q tienen varias canciones que me tocan la fibra sensible, que me hacen pensar, ¡que me gustan vaya! Hacía mucho tiempo que no escuchaba este tema y hoy me ha traido buenos recuerdos, de nadie en especial, pero me ha hecho pensar...

Últimamente tengo pocas ganas de escribir. También tengo poco tiempo, porque afortunadamente tengo muchas cosas que hacer, y estoy bastante entretenido, pero no me quiero olvidar de vosotros, ni de mi. Al fin y al cabo este blog es mio, este blog es mi vida, este blog soy yo, y ahora que las cosas van bien, no quiero caer en la tentación de no recrearme en ello como tal vez hacía cuando no iban tan bien.

La felicidad es algo maravilloso, tanto que a veces me da miedo, vértigo. Estoy muy arriba, y no me quiero caer.

No lo sé...

...pero me hace feliz.

Me alegra poder deciros esto. Soy feliz, muy feliz. Hace frío, pero el cielo está despejado, en la calle y en mi cabeza. Sé lo que quiero, y lo tengo. Tan sólo quería compartir esta felicidad con vosotros ya que llevaba unos días sin haber escrito aquí. He estado haciendo cosas. Ya os contaré.