martes, 27 de mayo de 2008

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¿Es mejor darse un portazo o no tratar nunca de cruzar la puerta?
A mi me duele la frente, me duele mucho. Me le he comido enterita.
La veía venir, cerrándose, pero no me eché atrás, ni siquiera paré. Peor. Aceleré todavía más. Creí que podía cruzarla y colarme ahí dentro, donde quiero estar. No me di cuenta de que no me daría tiempo. O tal vez sí, pero preferí que se estrellara en mi frente.
Ahora me duele mucho, no lo voy a negar, este golpe ya lo conozco y sé perfectamente cómo duele (no me habré dado coscorrones en mi vida...). Me duele la cabeza, por fuera y por dentro. Más por dentro, mucho más. El dolor de fuera, el del golpe, se irá pronto. El otro me temo que tardará más. No se cuánto.

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