martes, 8 de octubre de 2013

El mundo ajeno a lo nuestro...

...iba a su velocidad.


Mientras que ella y yo anudados,
nos prometimos el mar.


Y si el destino quisiera 
hacer con los dos un lazo,
me agarraré a su cintura 
y haré un nudo con mis brazos.

La vida son cuatro días
 y yo por el tercero voy.
Y ese día que me queda
lo soñé para los dos.

Pero si por una de estas
ella no vuelve a pasar,
recordaré que en San Pedro
nos prometimos el mar...


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