miércoles, 3 de junio de 2009

Valentía II

Nos da miedo el enfrentamiento directo, el uno contra uno. Cuando hay más gente nos asustamos menos, somos más valientes en grupo. En el cara a cara salen a relucir nuestros defectos, destacan más los errores, tenemos miedo al fracaso.
También debemos valorar que nuestras virtudes destacan más cuando estamos sólos y podemos mostrarlas tal y como son, sin que la atención de nuestro interlocutor se distraiga con interrupciones pasajeras e insulsas.
Es un miedo adolescente, de acné en la cara; que preocupa más que la seguridad que deberían darnos una car bonita, unos ojos claros o una sonrisa contagiosa.
Nuestras virtudes superan a nuestros defectos, sino nadie perdería su tiempo con nosotros; y sí, digo bien: perder. Porque invertir nuestro preciado y escaso tiempo en alguien de quien detectamos más defectos que virtudes es perderlo.
Tenemos un tiempo limitdao, así que más nos vale aprovecharlo.