sábado, 5 de julio de 2008

Las bofetadas

Una bofetada duele en dos tiempos: cuando la ves venir y cuando te golpea.
A veces duele más el instante (más o menos largo) en que la ves venir. Durante ese período de tiempo haces tus cábalas sobre cómo va a ser, cuánto te va a doler, la marca que te va a dejar...
Y sin embargo cuando se hace efectiva, cuando te golpea, el dolor es diferente a lo que te habías imaginado, es físico... duele.
Y esto pasa con las bofetadas físicas y con las que nos da la vida. Todas duelen, algunas un poco, y otras demasiado.
Yo la vi venir, y no pude apartarme. No quise.
Ahora duele.

1 comentario:

Laurita dijo...

Me recuerda a una que escribiste hablando del portazo, y una vez más me identifico un montón :) ves venir lo que se avecina, y aún asi no eres capaz de apartar la cara. Tal vez..te gusta esa mano tanto que hasta recibirias una bofetada? jaja. No en serio, me encantó